Arquitectura civil. Detalles de una escalera en el Palacio Real de Riofrío, Segovia.
La construcción del Palacio de Riofrío se debe a Isabel de Farnesio, segunda esposa de Felipe V. Una vez viuda y reinando su hijastro, Fernando VI, ante la posibilidad de quedar privada del palacio y jardines de La Granja, compró la dehesa y coto de Riofrío, donde hizo construir el palacio según proyecto de Virgilio Rabaglio, discípulo de Santiago Bonavía, con el que trabajó mano a mano en la iglesia de San Justo y Pastor de Madrid, en 1752. De la decoración exterior se encargó Pedro Sexmini, lo que lo convierte en uno de los palacios con mayor influencia neoclásica.
El Palacio visto desde las arquerías del ala derecha. Las alas se proyectaron para albergar un gran número de dependencias de servicio y otras complementarias al propio palacio, como una pequeña iglesia y un teatro.
Vista aérea del Palacio Real de Riofrío. El núcleo central del Palacio, de planta prácticamente cuadrada, y el ala de servicios derecha quedaron construidos, no llegándose a terminar el ala izquierda, simétrica de la existente. Imagen tomada de El Norte de Castilla.
La fachada al mediodía del Palacio con el cuerpo de escaleras a su izquierda. La centralidad de las fachadas se refuerza con los cuerpos de cada lateral y sus esquinas con sillares; la puerta en el centro, remarcado su eje con el escudo superior.
Zona de conexión entre el Palacio y las casas de oficios del ala derecha. Los elementos decorativos del edificio principal y sus sillares del zócalo son de granito, mientras que todos los paños están revocados.
La traza exterior, austera, alejada del barroco español, se ciñe a un edificio de tres pantas de altura, de planta cuadrada y con un gran patio central, con cuatro fachadas son prácticamente iguales. En 1759, con el fallecimiento de Fernando VI sin descendencia y la subida al trono de Carlos III, hijo de Isabel, la madre del nuevo rey vuelve a ocupar un muy destacado lugar en la corte española y el palacio de Riofrío queda relegado a un segundo lugar. Si bien la obra se concluyó, la reina nunca residió en él, utilizándose desde entonces, esporádicamente y a pesar de sus grandes dimensiones, como un pabellón de caza.
La orden de conclusión de las obras y paralización del resto del proyecto ideado por su secretario personal, el marqués Scotti, impidió que se completara el programa general del sitio, que se componía de grandes jardines, un teatro, un convento de franciscanos con su propia iglesia, cuarteles de guardia de Corps y Valonas, caballerizas y casas de oficios. De todo ello sólo se concluyó la gran mole del palacio y un ala sólo de las dos que debían conformar la plaza de Honor, destinada a caballerizas.
Posición de la escalera circular en los planos del proyecto de Virgilio Rabaglio, con la esquina del Palacio en la parte superior de la imagen.
Detalle de la sección transversal de la plaza, Virgilio Rabaglio. La puerta que comunica la arquería con la escalera está en el centro de la imagen.
Los restos del cuerpo de la escalera, en el lado oeste del Palacio.
Fachada oeste del Palacio, con la zona de conexión al cuerpo auxiliar sin revocar.
Habiendo suficiente información del palacio en multitud de libros y páginas web, el artículo se ciñe, de manera exclusiva, a un pequeño cuerpo existente al lado del palacio y que habría formado parte del ala de edificios auxiliares que no se terminó de construir completamente y cuyas dependencias construidas fueron demolidas en el siglo XIX, quedando de ella, como únicos elementos visibles este cuerpo y la cimentación.
De la misma manera que el núcleo central del palacio, el cuerpo que albergaba la escalera circular está construido con muro de ladrillo y elementos de granito. En las dos fotografías superiores se observa la construcción general, de ladrillo en muros y arcos, con dinteles de granito para descargar peso. Se aprecia el arranque de las bóvedas y el resalto de las pilastras. Todo ello sería posteriormente acabado con revoco.
La ejecución de la escalera inacabada se llevó a cabo mediante el empotramiento en el muro de ladrillo de peldaños de granito perfectamente labrados y encajados que trabajaban como voladizos. Cada peldaño descansa directamente en su empotramiento con el muro y, parcialmente, en el peldaño inferior, funcionando el conjunto como una unidad que soporta el peso del conjunto y lo transmite al peldaño inferior evitándose de esta manera que cada peldaño pudiera cambiar su posición respecto al resto ■
El sistema constructivo empleado delata una planificación de la obra en la que se buscaba acortar los plazos de ejecución.
Detalle del cuerpo de ladrillo, con el arranque de las bóvedas adyacentes y el peldañeado de granito en su parte superior.
Restos de la escalera, con detalle de la forma de encajar los peldaños contiguos para transmitir parte de los esfuerzos que resiste el conjunto.
Detalle de los peldaños de la escalera y de su empotramiento individual en los muros del cuerpo de ladrillo.
Bibliografía sobre el Palacio Real de Riofrío.
BREÑOSA, R. y CASTELLARNAU, J. M. (1884): Guía y descripción del Real Sitio de San Ildefonso. Madrid, Tipografía de los Sucesores de Rivadeneyra.
HERNANDO CORDERO, J. F. (1995): Historia de la construcción del Palacio de Riofrío. Reales Sitios, 126, 43-53.
HERNANDO CORDERO, J. F. (2008): El Sitio Real de Riofrío. Historia de un proyecto cortesano en la España del siglo XVIII. Tesis doctoral. Universidad de León, Facultad de Filosofía y Letras.
HERNANDO CORDERO, J. F. (2009): Los diseños del Sitio Real de Riofrío en la colección Rabaglio. Reales Sitios, 181, 42-59.
HERNANDO CORDERO, J. F. (2010): Las edificaciones cortesanas del Real Sitio de Riofrío. De Arte, 9, 121-138.
LAVALLE COBO, M. T. (1994): El mecenazgo de Isabel de Farnesio, Reina de España. Tesis doctoral. Universidad Autónoma de Madrid.
LAVALLE COBO, M. T. (2002): Isabel de Farnesio. La Reina coleccionista. Madrid, Doce Calles.
SANCHO, J. L. (1995): La arquitectura de los Sitios Reales. Catálogo histórico de los Palacios, Jardines y Patronatos Reales del Patrimonio Nacional. Madrid, Patrimonio Nacional.
SANCHO, J. L. y APARICIO, J. R. (2012): Real Sitio de la Granja de San Ildefonso y Riofrío. Madrid, Patrimonio Nacional.